¿Te da la impresión de que a veces no te escuchan, no te hacen caso, que tus ideas no llegan a ningún lado? Si es así, no consigues apoyos cuando presentas tus ideas, tu equipo de trabajo no está haciendo las cosas bien y a ti te está dejando mal. Puede que sea un problema de falta de carisma.
Porque sin carisma te costará ser capaz de influir sobre las personas y todo lo que eso supone en cuanto a probabilidades de éxito, realización o riqueza.
Si no es tu caso, felicidades, no veas el siguiente vídeo. Pero si lo es, descuida, porque en este vídeo (y su transcripción) te voy a hablar de la clave que te ayudará a alcanzar tu propio éxito.
Para que consigas esa promoción, cobres el bonus extraordinario a fin de año, apruebes las oposiciones, bordes la entrevista de trabajo, o incluso que consigas pareja. Es la clave para lograr todo lo que te has propuesto y más.
Puedes ser más carismático si te da la gana
En el libro “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” (enlace afiliado), Dale Carnegie decía que no hay que ser el mayor experto en su área para ser una persona de éxito. Sí, es necesario tener una buena base técnica y poder hacer bien el trabajo.
Pero lo que realmente hace la diferencia es la capacidad de relacionarnos con las personas. Esto es, cuan buen interactuamos y conectamos con los demás.
El problema es que dicho así suena muy ambiguo. Es como decirle a alguien que el secreto de una buena vida es “vivirla”. No deja claro cómo hacerlo.
Hace unas semanas estuve en una conferencia con Pau Navarro, del blog Habilidad Social, que nos hablaba sobre «carisma». Y nos decía que carisma es, de una manera simple, la cualidad de atraer.
Las personas carismáticas consiguen agrado y respecto a la vez. En consecuencia, son percibidas como líderes, conectan fácilmente con los demás y la gente confía en sus ideas.
El carisma es una cualidad que abre puertas por una razón primordial: porque implica transmitir competencia y cercanía a la vez.
La competencia muestra que eres capaz de hacer las cosas, que tienes habilidades, que puedes trabajar bien.
La cercanía muestra tu lado humano, ése que gusta a las personas y que te permite conectar con ellas y caer bien.
Una historia real
En el año 2009, Alberto, que vivía en Valencia, se quedó en paro y tuvo que mudarse a Barcelona. Dejó atrás novia, amigos y una vida fantástica en su ciudad natal. Evidentemente, Alberto tenía que ir a donde estaba el trabajo, pero no dejaba de pensar en su tierra.
Un día, en una fiesta, se le acercó José, amigo de su novia, y directivo en una empresa de un sector distinto a lo que Alberto había estudiado y le dijo, “tío, sé que quieres volver a Valencia y yo tengo trabajo para ti”. Alberto le dijo “pero es que yo no sé hacer lo que hacéis vosotros; mi preparación es distinta”.
José se había dado cuenta de que Alberto era espabilado, que se llevaba bien con la gente y que tenía ganas de crecer. Y como las habilidades técnicas se aprenden, pero la actitud no, tenía la mayor parte ganada.
Dicho de otro modo, Alberto tenía carisma: parecía un tipo competente por cómo hablaba y pensaba, y desde luego era cercano, con una actitud muy positiva ante la vida y las otras personas.
El carisma se aprende, no te creas otra cosa
Te tengo una buena noticia: El carisma se aprende y ser más carismático es cuestión de método. Para ello no hay que ser una persona fiestera, extrovertida ni, mucho menos, habladora para tener carisma.
Por ello, te voy a dar cuatro trucos que potenciarán tu carisma y te ayudarán a ser una persona más carismática, capaz de ganarse a las personas y salir adelante más fácilmente. Dos trucos para potenciar tu cercanía y dos para potenciar tu competencia.
CERCANÍA
La cercanía es la cualidad que hace que sientas que conoces a la otra persona y que la otra persona te conoce a ti. Dos trucos para dar la sensación de cercanía son: Estar presente en tus interacciones y encontrar vínculos con tu interlocutor.
1. Presencia
Estar realmente presente en una conversación dice entre líneas que te interesa tanto la conversación como la persona que tienes en frente.
Para asegurarte de estar presente en la conversación, Pau recomienda centrarte en saber de qué color tiene los ojos la persona con la que hablas, aparte de aprenderte su nombre.
Este truco hace que el contacto visual sea mucho más intencionado. Y como el contacto visual produce oxitocina, que es la hormona asociada a las relaciones sociales y a la confianza, lograrás conexión con esa persona de inmediato.
2. Vínculos
Los vínculos o puntos en común nos acercan a las personas por la sencilla razón de que conectamos mejor con quien se parece a nosotros. Porque la similitud genera agrado.
Es por eso que las reuniones de trabajo comienzan habitualmente con banalidades aparentes como el tiempo, el fútbol o los hijos antes de hablar de cosas más serias, ya que éstas suavizan el ambiente y permiten entrar en materia con mayor facilidad.
Para encontrar vínculos con tu interlocutor céntrate en hechos, experiencias e intereses. ¿Qué libros tiene en su estantería, qué fotos tiene en su mesa, qué comentarios no profesionales ha hecho? Seguro que encuentras algo que puedas explotar para caerle mejor.
COMPETENCIA
La competencia es la cualidad que muestra que somos capaces de hacer bien las cosas, que sabemos de lo que hablamos, que se puede trabajar con nosotros.
El problema es que mucha gente sabe mucho de lo que hace, pero no sabe comunicarlo. No se sabe vender bien. Es decir, sabe mucho, pero la gente no es consciente de ello.
Dos claves para mostrar competencia son la confianza y la persuasión.
1. Confianza
La confianza o autoconfianza se transmite con el lenguaje no verbal ya que éste dice de manera clara y transparente, aquello que a veces preferiríamos no decir con las palabras. Y es que con las palabras hemos aprendido a mentir, pero con el lenguaje no verbal no somos capaces de mentir.
Para transmitir confianza con tu lenguaje no verbal:
- Mantén una postura erguida y con los hombros levantados.
- Sonríe de manera genuina, con la boca y con los ojos.
- Mantén el contacto visual con las personas.
- Saluda con un apretón de manos firme, aunque sin pasarte de fuerza.
2. Persuasión
La persuasión es la capacidad de lograr que los demás compren tus ideas y las den como buenas y válidas. Las personas persuasivas suelen conseguir lo que quieren ya que son capaces de convencer a otras personas de actuar de una manera u otra, sin necesidad de manipular.
Para aumentar tu capacidad de persuasión, te recomiendo:
- Creerte lo que dices: Mostrar completa seguridad de que lo que dices es cierto.
- Mostrar entusiasmo: No basta con creértelo, también tienes que vivirlo y sentirlo intensamente.
- Mostrar interés por los demás: Para plantear tus argumentos en función de sus necesidades e intereses, no de los tuyos.
- Ofrecer valor: Si ayudas primero a las personas, éstas se verán en el compromiso de devolverte el favor por cuestión de reciprocidad.
Tener carisma es desprender magnetismo, es reforzar tu atractivo, es lograr que la gente quiera asociarse a ti. Por eso, quien tiene carisma tiene mayores probabilidades de llegar lejos, de tener éxito y alcanzar sus metas que quien no lo tiene.
Muéstrate como una persona cercana asegurándote de estar presente en tus interacciones y explotando los vínculos que tienes con tus interlocutores.
De la misma manera, muéstrate como una persona competente buscando desprender autoconfianza y haciendo uso de las técnicas de persuasión. Así conectarás mejor con las personas y aprovecharás mucho más las oportunidades que se te presenten.
¿Quieres descubrir cómo ser una persona más persuasiva y carismática, capaz de transmitir autoridad y credibilidad para así mejorar tus probabilidades de éxito profesional y personal? Suscríbete ahora a mi newsletter en sebastianlora.com/apuntame, donde descubrirás herramientas de comunicación eficaz para venderte mejor.
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Fotos de Frank McKenna
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