En octubre del año 2013, la organización americana especializada en encuestas y sondeos Gallup, publicó un estudio que decía que sólo el 13% de la población trabajadora disfruta con su trabajo. Como toda moneda tiene dos caras, esto es lo mismo que decir que el 87% de la población trabajadora mundial no disfruta (o incluso odia) lo que hace para ganarse la vida.
Si a esto le sumamos la incertidumbre socioeconómica que ha reinado desde 2008 cuando inició la tan sonada crisis, podemos decir con seguridad que una gran parte de la población está preocupada por perder un trabajo que ni siquiera le llena. Triste, pero cierto.
Piensa en tu día a día, todo lo que haces de 9:00 a 18:00 de lunes a viernes y, con toda la sinceridad del mundo contesta a la pregunta: ¿Disfruto de mi trabajo? ¿Me gusta aquello con lo que me gano la vida? Si la respuesta es “no”, no te preocupes. Es normal.
Ganar dinero hablando en público y sacarle partido a tus habilidades
En abril, me invitaron a hablar en la Conferencia de la División Española de Toastmasters. En mi charla hablé sobre tres cosas:
- Una manera sencilla de ganar dinero hablando en público
- Cuatro claves para hablar en público mejor que el 99% de la gente
- Una fórmula para encontrar habilidades que pueden reportarte ingresos adicionales
Aquí tienes el vídeo (está en inglés) y más abajo un breve resumen.
Resumen de la ponencia sobre cómo ganar dinero hablando en público
Desde hace algunos años, me he obsesionado con encontrar y seguir mi pasión. Opino que es la mejor manera de alcanzar la felicidad y hacer algo significativo en la vida, que ayude a cambiar nuestro entorno, aportando un grano de arena para cambiar el mundo.
1. Una manera de ganar dinero hablando en público
En mayo de 2013 me llamaron de una empresa de eventos para preguntarme si oficiaba bodas. No tenía ni idea de en qué consistía oficiar una boda, pero dije que sí. No sabiendo muy bien en lo que me estaba metiendo ni cuánto estaba arriesgando, decidí que era una buena oportunidad para dar otro paso en el mundo de la oratoria profesional.
Claro, en Mallorca y en otros sitios de playa con gran afluencia turística, hay mercado para estos eventos. Pero, ¿y si en tu localidad no es así? O, ¿y si lo de oficiar bodas no es lo tuyo?
Oportunidades hay muchas en todas partes. Basta con hacerse las siguientes preguntas:
¿Qué sectores o eventos requieren oradores para los que estén dispuestos a pagar?
En mi caso eran bodas no religiosas, porque Mallorca es un destino muy turístico que, por su fantástico clima, atrae a muchos extranjeros que buscan casarse en un lugar idílico.
¿Quién contrata estos servicios?
En mi caso, empresas de eventos y organizadores de bodas.
¿Cómo puedo hacerme visible ante los que contratan estos servicios?
En mi caso, mostrando los vídeos de discursos que había hecho en bodas anteriores (o similares), conjuntamente con un dossier (un poco improvisado) en el que presentaba mis servicios.
Tu comunidad necesita buenos oradores. Investiga para qué, contesta a las preguntas anteriores y actúa. No te vas a forrar con esto, pero puede suponer un ingreso adicional muy interesante.
“Si alguien te ofrece una gran oportunidad y no sabes si puedes hacerlo, acéptala y aprende a hacerlo después.” – Sir Richard Branson
2. Cuatro claves para hablar en público mejor que casi todo el mundo
Vale, has obtenido ese primer trabajo. Fantástico. Pero la idea no es solamente conseguir un trabajo. Lo suyo es poder seguir haciéndolo de manera consistente. Que te vuelvan a contratar.
Para ello, tienes que fascinar. Tienes que encantarle a la gente que te ha contratado de tal manera que estén dispuestos a recomendarte para futuros trabajos y que puedas mostrar su testimonio positivo públicamente.
En los años en los que llevo hablando en público, me he dado cuenta de que hay, al menos, cuatro claves que (casi) te asegurarán volver a ser contratado/a.
(a) Tener un contenido brutal
Eso significa que lo que digas en la boda o el evento en el que estés hablando tiene que gustarle mucho a quien te contrata. Para eso, hay que dedicar horas a planificar dicho contenido. Eso significa saber bien quién es el público y lo que le mueve, tener claro el objetivo de la ponencia y redactar un mensaje potente.
“El 80% del éxito de un discurso viene de tener un contenido genial.” – Olivia Schofield
(b) Saber quiénes son los protagonistas
Igual que en las películas de Hollywood, los eventos de este tipo tienen un orden jerárquico en el público. Esto es que hay algunas personas más importantes que otras, a quienes hay que prestar mayor atención en la planificación, en la preparación y en la puesta en escena.
Investiga quiénes son esos protagonistas y dedícales más esfuerzo.
(c) Sé breve
No se trata de hablar 5 minutos cuando esperaban 30, pero por norma general, la gente prefiere que los discursos sean un poco más cortos que un poco (o mucho) más largos. Entiende las expectativas de tu cliente y prepárate para hablar un 80% del tiempo. Entre interrupciones y cambios de último minuto, terminarás hablando un 95% del tiempo y la gente terminará contenta.
Además, usa un lenguaje sencillo, frases cortas y ten una estructura fácil de seguir. El público sentirá que el tiempo que te haya dedicado habrá valido la pena.
(d) Busca la conversación
A nadie le gusta ser sermoneado. Los discursos que mejor enganchan son aquéllos en los que se genera una conexión emocional entre ponente y público. Y una de las maneras más efectivas para lograr esto es lograr que parezca una conversación. Manteniendo el contacto visual y hablando como a alguien de confianza, la gente sentirá esa conexión y el acercamiento será inevitable.
Pero para eso hay que ensayar, ensayar y ensayar. Y cuando crees que has ensayado lo suficiente, igual hace falta ensayar un poquito más. Es la única manera de asegurarte que el contenido que conoces te salga fluido y natural a la vez.
3 Una fórmula para ganar dinero con otras habilidades
Es posible que hablar en público no te apasione. Lo entiendo. Reconozco que es una pasión muy particular.
Pero seguramente hay otras cosas que te apasionan y que haces muy bien, y con las que podrías ayudar a mucha gente si hablases en público al respecto.
¿No tienes muy claro cuáles son esas habilidades, cuáles son esas cosas que te apasionan y con las que puedes hacer tu propia aportación, e incluso sentar las bases para una nueva carrera profesional?
Un camino útil para contestar a esa pregunta es conocer tu zona de genio. Es la coincidencia entre aquello que te apasiona y tu “expertise”. En este enlace encontrarás un ejercicio sencillo que te permitirá encontrar tu propia zona de genio y descubrir nuevas posibilidades profesionales que te llenen.
Porque no hay por qué vivir para siempre en el 87% de la encuesta de Gallup.
Hagamos crecer el otro 13%.
¿Qué te parece? ¿Te ayudan estas recomendaciones? ¿Conoces otras maneras de sacar partido a tus habilidades, incluida la de comunicación?
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