¿No saber cómo hablar en público de manera eficaz te está haciendo perder oportunidades profesionales? En el vídeo de hoy descubrirás un recurso que mejorará considerablemente tu manera de hacerlo.
Las presentaciones de hoy tienen un gran problema
Cuando hacemos presentaciones es habitual que queramos decir todo lo que sabemos sobre el tema, por dos razones:
- Para que se vea lo mucho que hemos currado
- Para destacar nuestra inteligencia
No nos damos cuenta de que, en un tiempo tan limitado como el que tenemos disponible para hacer una presentación, es imposible decir todo lo que sabemos sobre el tema en el cual somos expertos.
Uno de los problemas de incluir mucha información en un tiempo limitado es la tendencia a hablar rápido para poder decirlo todo. Y cuando hablamos rápido, sin parar, ocurre ese efecto taladro con el que golpeamos hasta marear. En ese momento, el éxito que buscamos lograr con el mensaje se convierte en fracaso.
Te digo más al respecto en este vídeo.
Cómo hablar en público para lograr impacto y reflexión
En otro vídeo hablábamos sobre la importancia de reducir el mensaje al mínimo necesario para evitar marear al público. Pero esto no es suficiente. También es importante pisar el freno y meter pausas durante el discurso.
Si lo que quieres es saber cómo hablar en público y lograr impacto de manera sencilla e incluso minimalista, el recurso que tienes que usar es la pausa.
Una pausa bien hecha ofrece dos grandes ventajas:
1. Reflexión
Porque tras una frase, un silencio bien puesto invita a pensar en lo que acabas de decir. Y esa reflexión es genial para que tu mensaje logre remover el interior de las personas.
2. Expectación
Porque antes de decir algo, si pausas, quien te escucha se queda esperando que digas algo. Y eso, de por sí, genera tensión, algo fantástico a la hora de mantener la atención de la gente.
¿Por qué tantas prisas?
Pero no. La pausa nos da miedo. Parecería como si se acabase el mundo si dejásemos de hablar durante unos segundos.
¿Te cuento un secreto? La pausa es más dura para quien la hace que para quien la escucha.
Pruébalo.
Haz una pausa prolongada dentro de tu discurso. Mira a un lado. Mira al otro. Busca entender lo que siente la gente. Y luego, sólo luego, continúa.
Ya verás como te los metes en un bolsillo.
¿Qué opinas? ¿Has probado hacer pausas largas dentro de tu discurso? ¿O has escuchado a alguien usar este recurso de manera efectiva? ¿Qué tal? Deja un comentario para seguir el debate.
Luis R. Silva y yo estamos trabajando en un proyecto que te ayudará a conseguir exactamente eso: poder hacer vídeos de manera sencilla, sin dejarte un pastón en el camino, que te sirvan para llegar a más clientes y así lograr hacer que tu negocio crezca, aprovechando YouTube, como el segundo motor de búsqueda más popular del mundo.
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