No soy la persona más protocolaria. No soy nada tradicional. No me gustan los formalismos. Pero, ciertamente, hay situaciones en las que hay que tener un mínimo de elegancia para evitar salir mal parado.
Cómo NO comportarse en una mesa redonda
He asistido a varios eventos con mesas redondas y paneles en los que han participado múltiples personalidades para dar sus opiniones y compartir sus experiencias sobre un tema concreto. En dos de estos casos he sido testigo de que el anfitrión saque el teléfono móvil mientras no está hablando. No tengo palabras para describir mi sorpresa ante tal falta de respeto a “viva voz”, dejando entender al público su total desinterés por lo que se está llevando a cabo.
La situación es muy delicada. En un evento de este tipo, estamos sentados sin hacer “nada”, probablemente escuchando algo que no nos interesa. Es natural que, en tal contexto, busquemos (consciente o inconscientemente) luchar contra el aburrimiento. De ahí la reacción impulsiva de sacar el móvil. Pero PELIGRO: Estamos bajo el escrutinio de un público (a veces compuesto por periodistas). Cualquier cosa que hagamos en ese momento podría ser juzgada y usada en nuestra contra.
¿Qué hacer si nos aburrimos?
Sencillo: Tomar notas.
Aunque lo que pintemos con el boli sea una disertación en verso sobre el aburrimiento o una caricatura de quien habla en ese momento. Tomando notas evitaremos el bochorno y pareceremos que estamos verdaderamente involucrados en el asunto.
Si somos serios y esas notas son realmente apuntes sobre lo que estamos escuchando, seremos capaces de resumir lo dicho en el evento y usar esa información para algo útil. Sentido común, ¿no?
Imagen de UNIA
Interacciones con los lectores