El martes 3 de noviembre a las 4:39 de la madrugada nació mi hija Daniela y cambió para siempre mi vida y la de Eva.
Como le escribí a un cliente que estaba dando seguimiento al tema: «estoy en shock (positivo)». No tengo muy claro lo que me está pasando, pero me está encantando. Es una sensación curiosa a la que me iré acostumbrando poco a poco.
Al fin y al cabo, mis amigos padres me han dicho en los últimos meses que «la maternidad comienza con el embarazo; la paternidad comienza con el parto».
Lo que tengo claro es que el amor incondicional existe. ¿Cómo expresarlo? Ya veremos.
Carta a los padres de mi nieta
Hace dos meses, mi papá (Víctor) nos mandó (a mí y a Eva) un listado de 34 recomendaciones para hacer el mejor trabajo posible como padres.
¿Son buenas? ¿Son malas? No lo sabré hasta que las ponga en práctica.
Sí son subjetivas, pero redactadas con las mejores intenciones posibles.
Escritas en segunda persona del plural (a lo dominicano), a mí me parecen muy sensatas y probaré la gran mayoría. Toma y deja según te parezca…
Entra Víctor Lora:
No me gusta dar consejos sin que me los pidan, no me gusta ser metiche, pero dado el caso de que se trata de mi nieta y con el permiso que me otorga la edad y la experiencia, me atrevo a hacerlo con la aclaración de que son solamente recomendaciones y que por supuesto ustedes seguirán si les parece bien. Algunas son obvias y les pido que no se enojen por eso, no subestimo el buen parecer de ustedes, simplemente pienso que en esto lo que abunda no daña.
Quiero empezar con la siguiente historia que ya les he contado pero que me gusta mucho por lo valioso de su mensaje:
Cuando tu madre salió en cinta por primera vez, nosotros fuimos a visitar a uno de los pocos amigos, sino el único, que ya tenía hijos en ese entonces y le preguntamos: «José, tú que tienes hijos, ¿qué nos recomiendas?» y él nos contestó: «¡Quiéranlos mucho!»
Recomendaciones para padres primerizos
A continuación las recomendaciones sin ningún orden especial, cosas que he aprendido durante la experiencia de ser hijo, luego con la experiencia de ser padre y la de algunos amigos que también lo son, y con el correr de los años, observando cómo se comportan los padres con los que me cruzo:
- Hagan siempre lo mejor que puedan y nunca se sientan culpables por cometer errores a sabiendas de que ese «lo mejor que puedan» es muy variable de día a día y de acuerdo al estado de ánimo del momento. No somos infaliblemente perfectos, somos imperfectamente falibles.
- Piensen siempre en ella y no en lo que dirá la gente ni en lo que ustedes sienten; recuerden siempre que lo más importante es ella, mucho más que las convenciones sociales. Nunca la presionen por convenciones sociales como por ejemplo el dar las gracias; los niños tienen muchas formas de dar las gracias. Los adultos tenemos muchos miedos infundados o al menos exagerados. Siempre en toda toma de decisiones pregúntense qué es lo mejor para ella de la manera más objetivamente posible y desde el corazón.
- Déjenla hacer, aun si hubiera un poco de riesgo, déjenla que experimente, supervisándola si fuera necesario pero sin que ella se dé cuenta de la supervisión. Traten de ponerle la menor cantidad posible de prohibiciones y restricciones. Díganle que no lo menos posible. A los niños les encanta curiosear, investigar, poner mano, encaramarse, experimentar, están ávidos de experiencias, de vivir. Si no quieren que algo se rompa, quítenlo de su alcance pero nunca, nunca le pongan prohibiciones sin sentido. Asígnenle una pared para que ella puede pintarrajear todo lo que quiera.
- No le inculquen miedo, enséñenle a ser precavida pero sin que esa precaución llegue a ser exagerada como para coartarle sus deseos de experiencias.
- Traten siempre de estar calmados y de buen ánimo cuando estén con ella. Nunca le llamen la atención estando ustedes de mal humor.
- Dedíquenle todo el tiempo que les sea posible. Jueguen mucho con ella.
- Abrácenla y bésenla hasta la saciedad y díganle todos los días que la quieren. Háganle saber que ustedes la quieren incondicionalmente, que la quieren porque sí y tal como ella es, que no tiene que ser de determinada manera ni hacer nada para que ustedes la quieran y la quieran mucho. Muéstrenle que ella es digna de amor y cariño sin tener que hacer nada para eso.
- Cuando ella les hable nunca dejen de ponerle atención y si no pueden ponerle atención díganselo y explíquenle que ahora no pueden pero que cuando terminen lo que les impide escucharla estarán con ella.
- Nunca le llamen la atención en público y mucho menos delante de sus amigos y amigas. Nunca la abochornen.
- Nunca corrijan una manualidad que ella haya hecho y menos si se las muestra orgullosa de su obra. Tampoco la interpreten, dejen que ella la explique.
- Cuando ella cometa errores nunca la hagan sentir mal por eso ni le digan: «Tú eres esto o aquello», simplemente háganle saber que ella actuó de manera equivocada y explíquenle el porqué. Enséñenle que es de humanos equivocarse y que lo importante es corregir el error en la medida de lo posible, pedir perdón si lo amerita, aprender del error y seguir adelante.
- Jamás le peguen.
- Nunca la castiguen por hacer algo que no se le haya dicho explícitamente que no debe hacer.
- Si consideran que hay que castigarla es importante aclararle el porqué del castigo y las consecuencias de lo que hizo mal y que el castigo sea proporcional a la falta, nunca mayor.
- Nunca le digan frases condicionantes y categóricas como «cuidado que te vas a caer», «las niñas no hacen eso», «porque sí», «porque lo digo yo». No la condicionen, no hagan comentarios prejuiciados delante de ella.
- Háblenle como a un adulto, sin “ñeñeñé” y nombrando las cosas por su nombre.
- Lo que más enseña es el ejemplo, sean lo más coherentes posible con ella.
- Quiéranla mucho pero no la sobreprotejan ni la malcríen.
- Infúndanle la mayor confianza posible en ustedes, que ella se sienta que puede confiar plenamente en ustedes y que puede decirles cualquier cosa sin que ustedes se enojen o dejen de quererla.
- Enséñenle a ver el lado positivo de las cosas, a ver el vaso medio lleno y no medio vacío. No hagan comentarios negativos ni críticas no constructivas ni expresen quejas delante de ella.
- Enséñenle a amar la Naturaleza y a disfrutar de las cosas simples de la vida. Enséñenle a respetar la vida en todas sus manifestaciones.
- No la obliguen a nada, ni a comer, ni a bañarse, a nada que no sea indispensable y si hay que obligarla a algo explíquenle el porqué.
- Si le sucede algún inconveniente por hacer algo que ustedes le dijeron anteriormente que no hiciera, nunca le digan «te lo dije».
- No cuenten a otras personas cosas de ella que ella considere privadas.
- No la obliguen a tener una determinada religión ni determinadas creencias. Enséñenle a ser libre pensadora.
- Si deciden hacerle creer cosas falsas de las llamadas inofensivas, como los reyes magos, en algún momento adecuado explíquenle el por qué ustedes lo hicieron.
- Cuando ella tenga que resolver algo que puede resolver por sí misma, apóyenla pero no lo resuelvan por ella.
- No teman que ella los vea desnudos, nunca muestren que ella no debe verlos desnudos, y si les quiere tocar déjenla que les toque.
- Si se cae, no corran a ayudarla a levantarse ni hagan aspaviento y nunca la abochornen por eso, denle ánimo a que se levante y que sienta que eso no es nada. Enséñenle que es normal caerse y que lo importante no es no caerse sino volver a levantarse y seguir adelante.
- No la obliguen a mostrar sus destrezas en público o delante de los familiares.
- No la sobre-adulen de manera que se vuelva adicta a los elogios.
- Nunca «cuenten hasta tres» cuando le pidan que ella haga algo y no lo hace.
- Rían mucho con ella, no dejen que pierda la capacidad de reír ni la capacidad de asombro ni la curiosidad ni las ganas de aventuras.
- Tengan muuucha paciencia.
Que La Fuerza sea siempre con ustedes!
El abuelo
¿Con cuál te identificas más y por qué? ¿Qué otra cosa recomiendas para criar hijos? Deja tu opinión en el campo de comentarios.
Interacciones con los lectores