Ésta es la tercera y última entrega sobre cómo planificar una presentación.
Como ya sabemos, lo primero a la hora de plantearse hacer una presentación es la planificación. Planificar una presentación implica hacer un ejercicio mental que nos ayudará a pensar en qué decir y cómo decirlo. Es la guía que nos permitirá preparar dicha presentación de manera efectiva.
La planificación tiene tres puntos fundamentales:
- Determinar quién es el público ante el cual presentaremos
- Decidir cuál es el objetivo que queremos alcanzar con la presentación
- Seleccionar la premisa o mensaje principal de dicha presentación
Hoy toca hablar del tercer paso: redactar ese mensaje principal que englobará la esencia de nuestra presentación. Porque tener claro cuál es el mensaje nos ayudará a desarrollar una presentación fácil de entender y cuya esencia sea fácil de recordar.
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