Como vimos hace dos semanas, lo primero que debemos tener en cuenta para hacer presentaciones exitosas es la planificación. Planificar una presentación implica hacer un ejercicio mental que nos ayudará a pensar en qué decir y cómo decirlo. Es el mapa de ruta que nos permitirá más tarde preparar nuestras presentaciones de manera efectiva.
La planificación tiene tres puntos fundamentales:
- Determinar quién es el público ante el cual presentaremos
- Decidir cuál es el objetivo que queremos alcanzar con la presentación
- Seleccionar la premisa o mensaje principal de dicha presentación
Hoy toca hablar del segundo paso: decidir cuál es el objetivo de la presentación. O lo que es lo mismo: ¿qué queremos que el público haga una vez haya terminado la ponencia?
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