En un mes es navidad. Y justo en cuatro semanas es 22 de diciembre, día en el que cantarán el premio gordo de la Lotería de Navidad española. Uno de los momentos más esperados por prácticamente toda la sociedad española.
Sueños, ilusión, fantasía, son algunas de las palabras que se han utilizado en spots publicitarios para hablar de este “gran” día. Aunque, a mi juicio, la palabra más representativa a día de hoy es “esperanza”.
En un país en el que el modelo de vida ha cambiado tanto desde 2008, tras la llegada de la tan sonada crisis, lo que pide el grueso de los españoles parece ser la esperanza que trae consigo la posibilidad de volver a tiempos mejores.
El anuncio sacado en 2013 fue sujeto de muchísimas burlas. Y, a pesar de las (que entiendo fueron) buenas intenciones, lo único que queda en mi recuerdo (y seguro que en el de muchos) son las muecas indescriptibles de Montserrat Caballé y Rafael. A mi juicio, un anuncio sin sustancia, sin un propósito definido, sin un público claro. (Si eres de los pocos que no lo ha visto, pincha aquí.)
El spot de este año es otra historia. Antes de que hablemos en detalle, échale un vistazo. Está muy bien.
Lo he visto ya, al menos, cuatro veces. Y las cuatro veces me ha hecho “tilín”. De verdad, me ha ablandado el corazón hasta el punto de dejarme los ojos medio llorosos. Dando un giro total a la producción de 2013, la agencia Leo Burnett ha hilado un conjunto de historias alrededor de un mensaje capaz de resonar en todos: “El mayor premio es compartirlo”. (Pincha aquí para saber más sobre la producción.)
¿Qué podemos aprender del anuncio de la Lotería de Navidad para hacer presentaciones impactantes?
De este anuncio saco tres aprendizajes específicos:
1. Define bien tu público
El anuncio del año pasado parecía estar dirigido a todos y a ninguno a la vez. El de este año da la impresión de que tiene un público más acotado: personas que están acostumbradas a comprar décimos de lotería.
Definir previamente, y con lujo de detalles, quién es nuestro público nos ayudará a diseñar un mensaje relevante, que resuene en su mente y en su corazón y que, por tanto, tenga posibilidades de obtener los resultados deseados.
2. Ten un objetivo claro
El objetivo último de estos anuncios es el de generar ventas de décimos de lotería. El objetivo específico de éste es el de recordar a la gente que, si no compra, puede perder la oportunidad de ganar el premio gordo y mejorar su situación actual.
Decidir de antemano lo que queremos conseguir con nuestra presentación es clave para obtener un resultado concreto. No hacerlo es como salir de viaje sin un destino claro… no llegamos a ningún sitio.
3. Apela a la emoción
Es el punto más fuerte de este anuncio. Entre la historia (y las varias micro historias específicas alrededor de ésta, cuyos vídeos puedes ver en este enlace), la música y la puesta en escena del actor que representa a Manuel, la emoción queda a flor de piel. Sí, soy de lágrima medio facilona, pero no dudo que este anuncio haya emocionado a muchos hasta el punto de generar bastante conversación.
La emoción facilita el recuerdo y hace destacar al mensaje sobre los de todos los demás. Cuando en una presentación tocamos la vena emocional, la hacemos más humana, más atractiva, más fácil de digerir. Si en tus presentaciones cuentas historias y/o usas imágenes potentes, podrás generar sensaciones fuertes que la harán memorable.
Yo ya he comprado mi décimo. Más por costumbre (o presión) empresarial que por la eficacia del anuncio. Pero si lo hubiese visto por primera vez cerca de un distribuidor de lotería, estoy seguro de que lo hubiera comprado al momento.
Interacciones con los lectores