
Feedback: Retroalimentación. Reacción, respuesta u opinión que nos da un interlocutor como retorno sobre un asunto determinado.
El feedback es un engorro. Como humanos somos sensibles a la crítica y, por ello, nos cuesta recibirla y también nos cuesta darla. El mero hecho de plantear a otra persona la posibilidad de que no ha hecho algo bien supone, en cierta medida, un conflicto. Porque “¿quién es él para decirme que tengo que hacer?”
Pero el feedback es la piedra angular del aprendizaje.
Según el dicho popular:
“La práctica hace al maestro.”
Por mucho que te guste y se te llene la boca con esta frase, es una verdad a medias.
Porque practicar algo muchas veces cuando no lo has pillado bien puede llevarte a afianzar un conocimiento errado y a meter la pata hasta el fondo por el resto de tus días.
Es la práctica deliberada la que hace al maestro. Y eso quiere decir:
- Practicar
- Recibir feedback
- Digerirlo y decidir con qué quedarse
- Incorporar el feedback en la manera de hacer las cosas
- Comenzar de nuevo
Feedback y desarrollo profesional
En el mundo profesional el valor del diploma es muy relativo. La “titulitis” de la que tanto se oye hablar en España vale sólo para acceder a un puesto de trabajo. Pero lo que realmente vale es la capacidad de adaptación, de inmersión y de aprendizaje que pueda tener una persona en el día a día laboral.
La experiencia (junto con la actitud) es lo que realmente cuenta en el desarrollo profesional de una persona. Y eso se logra haciendo y recibiendo feedback.
Por eso, en mis cursos, la parte que más valoran los participantes, la que más les aporta es la práctica frente a los demás, acompañada de una sesión de feedback o evaluación, realizada en grupo frente a todos.
En el siguiente vídeo descubrirás las tres reglas básicas para poder dar, recibir y presenciar feedback.
Para que cualquier aprendizaje logre afianzarse en la mente de una persona, ésta debe de “ensuciarse” las manos. Tiene que actuar. Pero como no nacemos sabiendo, esa primera acción nunca es perfecta.
Necesitamos de los consejos de otros que tengan más experiencia que nosotros para que la curva de aprendizaje avance y podamos alcanzar nuestro máximo potencial en cualquier área.
Es por ello que el feedback o evaluación constructiva es fundamental para el desarrollo de una persona.
Por ello, en los primeros minutos de mis cursos dejo claras tres reglas para dar, recibir y escuchar feedback.
Las tres reglas del feedback
(a) Regla para quien lo da
Somos sensibles por naturaleza. Eso quiere decir que, si el feedback que recibimos no está planteado con cabeza, puede lograr el resultado opuesto. Quien lo recibe puede cerrarse en banda y no hacer caso a lo que le dicen.
Es por eso que, cuando damos feedback tenemos que hacerlo con mucho tacto. Sobre todo cuando interactuamos con personas que están a nuestro mismo nivel tenemos que ser muy cuidadosos con lo que decimos para que no se malinterprete.
Tres trucos a tener en cuenta:
- Ir a la acción no a la persona: El que hace una tontería no necesariamente es tonto. Cuando atacamos a la persona es muy fácil que deje de escucharnos. Pero si hablamos sobre la acción, es más fácil que nos haga caso.
- Dar opiniones en lugar de órdenes: Decir “tienes que llegar más temprano” puede parecer un ataque. En cambio, “me parece que llegar más temprano sentará mejor” es menos violento y, en el fondo, deja claro el mismo significado.
- Dar una opinión constructiva en lugar de negativa: “Eres un desastre” es una frase negativa (y además ataca a la persona). “Usar la agenda de Outlook y organizar tu mesa te ayudarán a ser más eficiente” es constructivo. Ambos comentarios parten de la misma idea, pero el negativo hiere, mientras que el constructivo ayuda a crecer.
(b) Regla para quien lo recibe
Lo peor que podemos hacer cuando recibimos feedback es intentar justificarnos y explicar el por qué hemos hecho lo que hemos hecho. ¿Por qué? Porque al hacerlo ponemos una barrera psicológica entre nosotros y quien intenta ayudarnos.
Si queremos progresar, lo primero que tenemos que hacer es escuchar de forma activa, evitando prejuicios. Callarnos la boca y recibir toda la información. Luego agradecer la intención de quien nos ha evaluado y finalmente reflexionar al respecto.
Replicar de inmediato hace que, lo que sea que nos digan, entre por un oído y salga por el otro. Y, cuando esto ocurre, el proceso de aprendizaje se queda truncado.
(c) Regla para quien lo escucha
En el ámbito laboral, lo más normal es que el proceso de feedback ocurra entre dos personas, en momentos en los que no hay nadie más presente. En mis cursos y en todos los procesos formativos prácticos en los que quien facilita la formación ofrece retroalimentación, ésta suele tener lugar frente a todos.
Sea en un ámbito formativo o en uno laboral, cuando eres tercera persona, la discreción vale oro. Lo que sea que ocurra entre esas cuatro paredes tiene que servir para que tú también mejores. Pero lo que se haya dicho a título personal debe quedarse entre dichas paredes. Porque, por muy objetiva que sea la evaluación, no deja de ser una opinión de una persona hacia otra, y todo el que no esté presente en el momento, no tiene por qué enterarse de lo que se haya comentado allí.
El feedback es importante pero hay que cogerlo con pinzas
Ojo, no todo el feedback es válido. No todo el mundo está capacitado para darnos retroalimentación sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos. De hecho, la opinión de quien está capacitado no siempre es la más acertada.
El feedback es útil hasta cierto punto. Y si bien es cierto que tenemos que recibirlo de brazos abiertos, también tenemos que digerirlo y, con nuestro propio raciocinio, coger y dejar. Pero una vez lo hayamos cogido, hay que implantarlo de inmediato y ponerse nuevamente manos a la obra.
Porque la práctica hace al maestro siempre que el alumno incorpore el feedback de manera deliberada.
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Imagen original de Isengardt.
Genial el video Sebastian, muchas veces me he topado con personas que aparentemente tratan de darte un feedback, sin embargo no estan lo suficientemente preparados, y su opinion muchas veces se traduce en critica.
Lo ideal es siempre brindar una opinion bien argumentada y que se aprecie como tal, con palabras claves como sugiero, preferiría, sería estupendo que incluyas esto o lo hagas de esta manera, con ello motivas a la otra persona a hacer mejor las cosas y que sienta tu opinión como una ayuda.
Saludos.
Efectivamente Omar, es importante que esté bien argumentada, pero siempre buscando añadir valor y evitando, en la medida de lo posible, herir los sentimientos ajenos.
Hola!!!!… fundamentalmente lo entiendo como la capacidad de «tener tacto» para decir las cosas. Nosotros los maestros tenemos permanentemente la situación de feedback todos los días, por lo que, la responsabilidad es aún mayor. Se entiende el punto y, el aporte que haces es absolutamente necesario considerarlo, si deseamos cambiar las actitudes de los demás para el beneficio de ellos mismos.
Planteo una pregunta: ¿Cómo debemos tomar un feedback dirigido a uno, aún cuando no sea el más adecuado?….
Slds. desde Chile… Campeones de América…
Con apertura mental y gratitud.
Apertura mental para darle una oportunidad, a pesar de que a primera vista no parezca útil. Igual tras reflexionar bien, sacamos algo de valor.
Gratitud para dar las gracias por la aportación y, si en realidad no aporta, simplemente seguir adelante.
buen dia cuando te encuentras en un curso te realizan y realizas feedbak que lo dicen personas que acabas de conocer y son puras cosas negativas es valido? ya que como persona sabes recibir dar pero la mejor manera que seria es como se encuentra en tu video tanto en forma personal como profesional. mi duda es quiere decir que la persona que esta empleando el talle la manera de dirigir el feedbak no es la correcta?
Hola Francia: Yo abogo por no dar feedback negativo, sino constructivo. Junto con el feedback positivo, la experiencia será completa.
Si en ese curso sólo se enfocan en lo negativo, en mi opinión, lo están haciendo mal.
Hola Sebastian,
No me queda claro;
«No todo el mundo está capacitado para darnos retroalimentación sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos.»
es tanto como decir que el publico que nos escucha es tonto, incompetente etc etc…
Creo que todos las personas que nos escuchan son validas y tienen una opinión tan valida como la nuestra ya que como bien sabes la responsabilidad de que llegue el mensaje es del receptor…
saludos
Es una manera de verlo… Sí, todo el mundo tiene una opinión válida. Pero no todo el mundo tiene las herramientas para dar feedback constructivo y explicar el porqué de éste. ¿A qué me refiero? Todo el mundo puede decir cómo algo le ha hecho sentir, pero en términos de habilidades de comunicación no puede decir por qué eso le ha producido tal sentimiento ni pistas concretas y útiles sobre cómo hacerlo mejor. Por pura falta de formación. No se trata de ser tonto. Ejemplo: Yo no puedo opinar de manera informada sobre coaching porque no lo he estudiado; puedo hacer un comentario más o menos acertado, pero casi con total seguridad no tan útil como un coach profesional.
¿Existe un momento limite en el cual ya no se recibe feedback?