¿Cómo inicias tus presentaciones, a lo Alfredo Landa o a lo Jackie Chan?
El 23 de octubre de 2015 fui invitado por la asociación de networking BNI España para dar una charla en su conferencia anual.
En este vídeo descubrirás un extracto de mi charla y en las próximas semanas te traeré otros tres vídeos. Más concretamente, hoy te traigo tres trucos para iniciar una presentación de manera impactante. A lo Jackie Chan. Para que no dejes a nadie indiferente, y te asegures ese primer minuto de atención.
Y justo debajo de este vídeo te tengo un regalo.
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3 trucos para iniciar una presentación a lo Jackie Chan
Si quieres diferenciarte en el minuto uno y lograr destacar sobre la grandísima mayoría de presentaciones de producto, te sugiero que elijas muy bien tu primera frase. Y para ello te doy tres opciones súper útiles y más que probadas en el mundo de las presentaciones.
Para ello, partamos de la base de que tu proyecto es una aplicación móvil para irse de vacaciones donde los turistas pueden ver cuáles son los sitios de moda a los que va la gente local.
(1) Pregunta retórica
“¿Has pensado cuán especiales serían tus vacaciones si, en vez de ir con un guía turístico, pudieras vivir una experiencia 100% local?”
Mientras que el “hola, me llamo Sebastián”, no marca ningún camino, la pregunta retórica pone una situación encima de la mesa y hace que el público comience a reflexionar de inmediato. Usarla te ayudará a dirigir la presentación hacia donde más te convenga.
(2) Mini historia
“En el año 2002 hice mis primeras vacaciones solo. Cansado de los viajes programados y de la pulserita del todo incluido, decidí que tenía que vivir una experiencia realmente local; experimentar cómo vive la gente de la ciudad en la que sólo estoy de paso. Sin darme cuenta, caí en el barrio más peligroso de Bogotá, y ahí comenzó la aventura más flipante que he vivido jamás.”
Mientras que “hola, me llamo Sebastián” no aporta valor, la historia o anécdota contextualiza la presentación y le da un toque personal. Para que funcione, debe de ser corta e ir al grano rápidamente.
Ojo, contar historias no sirve en todo tipo de presentación. Si estás en una segunda ronda con un posible inversor, es probable que en ese momento quiera más cifras que otra cosa. Para casi todas las demás presentaciones, la mini historia viene muy bien.
(3) Frase llamativa
“Hay más estudiantes matriculados en la Universidad Nacional Autónoma de México que habitantes en toda la isla de Menorca”.
Mientras que “hola, me llamo Sebastián” es una frase insulsa, a pesar de todo el cariño que me tengo, las frases y los datos llamativos descolocan, sorprenden y despiertan la curiosidad. Usadas desde el inicio auguran una presentación con más sorpresas, a la que apetecerá prestar atención por más tiempo.
O una mezcla de los tres…
Si comienzas con la pregunta retórica o con el dato curioso, e inmediatamente después enganchas con la mini historia, tu inicio será aún más potente.
Sólo asegúrate de que, mezclando estos recursos o no, siempre sean relevantes a tu tema central. De otro modo, la expectación generada se desinflará y los oyentes quedarán desilusionados con el bluff.
Y no te preocupes, que si te estresa no saludar y dar los agradecimientos de rigor, mételos en el segundo párrafo. Nadie nunca ha dicho que la primera frase está hecha exclusivamente para formalidades.
Por ello, sorprende a la gente con un inicio distinto y ganarás su primer minuto de atención.
¿Qué otros trucos conoces para iniciar tus presentaciones de manera impactante y no dejar a nadie indiferente? ¿Qué te ha funcionado? ¿Qué no? Compártelo en el área de comentarios.
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