Saber cómo ganarte el respeto de las personas es crucial para avanzar profesionalmente y construir una vida social plena.
En este vídeo te voy a enseñar cinco acciones que te ayudarán a ganarte el respeto de las personas en cualquier situación.
Cómo ganarte el respeto de las personas con cinco acciones concretas
Cada una de estas acciones viene con varias recomendaciones concretas que podrás comenzar a llevar a la práctica ya mismo. Y, aunque usarlas todas te permitirá conseguir grandes resultados, te recomiendo que comiences con las que te resulten más fáciles para que veas resultados inmediatos.
Así que saca papel y boli y vamos manos a la obra.
(1) Trátate con respeto
El respeto no se impone, se gana.
Y esto comienza con cuánto te respetas o te valoras a ti mismo que, de manera práctica tiene que ver con tres elementos:
- Las creencias que tienes sobre ti
- Tus hábitos
- Las personas que permites dentro de tu círculo
Creencias
Nuestras creencias comenzaron a formarse cuando éramos pequeños con las cosas que ocurrían a nuestro alrededor, lo que nos decían los demás sobre nosotros y las historias que nos hemos contado desde entonces como consecuencia de todo ello.
Y son justamente estas historias que nos contamos las que luego derivan en que nos machaquemos constantemente diciéndonos frases como “eres un idiota”, “no has nacido para esto”, “eso está fuera de tu alcance” y muchas otras con las que nos pisoteamos.
Un claro ejemplo de esto es mi amigo Ricardo. Un tipo inteligentísimo y que sabe un montón porque ha estudiado varios diplomados técnicos, pero nunca fue a la universidad porque su padre le dijo siempre “tú no sirves para estudiar”.
¿Qué cosas negativas te dices habitualmente? Identifícalas y elimínalas porque están saboteando muchas cosas importantes en tu vida. Entiende que si le dijeras eso a otra persona, muy probablemente no te volvería a hablar. ¿Por qué decírtelo constantemente?
En cambio, comienza a hacer un listado de todos tus logros y cualidades para que veas que tienes material de sobra para comenzar a hablarte mejor.
Hábitos
Asimismo, tus hábitos definen completamente quién eres y cómo te ven los demás, siendo especialmente relevante cuánto te cuidas, es decir:
- Comer sano y equilibrado.
- Estar en control de lo que consumes y que esto no te controle a ti (como el alcohol o el tabaco, por ejemplo).
- Hacer deporte con frecuencia.
- Descansar bien.
- Cuidar tu apariencia.
Todo esto, en su conjunto, te ayuda a crear una imagen propia y a proyectar al exterior cuánto respeto te tienes a ti mismo. Y si das la sensación de que te respetas, será mucho más sencillo que los demás también lo hagan, que si es el caso contrario.
¿En cuáles de estas áreas crees que puedes mejorar?
Personas
Finalmente, las personas que te rodean condicionan completamente tu actitud ante la vida y lo que crees que mereces. Si estás rodeado de gente que te critica o se ríe de ti y de tus aspiraciones, estarás remando a contracorriente. En cambio, rodearte de personas que te elevan, te ayuda a progresar.
No toleres que nadie te maltrate, por supuesto a nivel físico, pero ni siquiera de palabra. Aléjate de las personas que no te respetan y rodéate de personas que sí lo hacen.
Porque como decía sabiamente Jim Rohn:
“Somos el promedio de las cinco personas con las que más tiempo pasamos”.
Respétate, créete que mereces respeto y tus acciones te ayudarán a ganarte el respeto de las personas.
(2) Sé coherente en tu trato a los demás
Hay una ley universal que se resume en lo siguiente: recibes lo que das.
El respeto funciona igual.
Para ganarte el respeto de las personas, es importante que seas coherente con:
- Cómo tratas a los demás
- Cómo hablas de los demás
- Cómo actúas ante los demás
Porque de esto dependerá cómo te traten, como hablen de ti y cómo actúen ante ti. No en vano, la biblia habla de tratar al prójimo como a ti mismo…
Esto implica:
- Respetar las opiniones de los demás, incluso cuando estés en desacuerdo.
- Evita el chisme, no hablando mal de las personas a sus espaldas. Si te oigo hablar mal de otra persona, es muy probable que también lo hagas sobre mí.
- Ser puntual, ya que muestra que valoras tu tiempo y el de la otra persona.
- Cumplir tu palabra.
- Hacer las cosas bien, mostrando un alto estándar en todo lo que haces.
- Practicar la humildad, entendiendo que es posible aprender algo de cualquier persona.
- Pedir disculpas cuando has metido la pata.
OJO: Esto no significa que vas a evitar el conflicto porque sí. No busques el conflicto tú, pero si existe un conflicto, es importante tratarlo cuanto antes. Pero ten cuidado con los prejuicios y las presuposiciones y evita atacar antes de tener toda la información.
Cuando vayas a poner sobre la mesa algo que no te haya gustado, céntrate en la acción y no en la persona. Ejemplo: si te ha mentido, no le llames “mentiroso”, juicio completamente subjetivo que le llevará a ponerse a la defensiva. Mejor dile “no me ha gustado que me hayas mentido”. De esta manera, te centrarás en la acción objetiva y en cómo te ha hecho sentir, dos elementos irrefutables.
Respeta a los demás, y los demás te respetarán a ti.
(3) Optimiza tu presencia
El respeto que recibes de los demás es, en gran medida, consecuencia de lo que perciben de ti, incluso antes de hablar. Esto depende mucho de tu vestimenta, tus gestos y tu comportamiento.
Vestimenta
La clave a la hora de elegir un atuendo que te haga lucir bien no está en el precio o la marca, sino en el entallado. ¿Y qué es esto? Viene del verbo tallar, que significa esculpir. O dicho de otro modo, significa que la ropa te quede como si te la hubieran hecho a medida, con tu talla exacta. Ni grande, ni pequeña.
Hoy en día hay múltiples webs de ropa a medida a muy buen precio, donde pones tus medidas exactas y te la hacen de forma que te quede casi perfecta. Si esto es algo que no puedes permitirte, pide que te asesoren en la tienda en la que te compras ropa, buscando aquellas camisas y atuendos entallados. Además, si tienes ropa buena pero que te queda un poco ancha, puedes llevarla a arreglar para que te la retoquen a tu medida.
Lo importante es que entiendas que cuando te ves bien, te sientes bien y eso aumenta tu seguridad, produciendo un impacto positivo en los demás.
Gestos
Hay tres gestos concretos que te ayudarán a mostrarte como alguien seguro y merecedor de respeto: la postura, la mirada y el espacio que usas.
- Una postura erguida (con los hombros hacia atrás, el mentón levantado y el pecho hacia delante) no solo te mostrará como alguien confiado, te ayudará a sentir autoconfianza debido a la hormona serotonina, que segregamos en mayor volumen cuando asumimos una postura erguida.
- Al conversar, mira a las personas a los ojos. Te mostrará como alguien transparente y con ganas de conectar, y también conseguirá que la otra persona se sienta valorada al demostrarle que le prestas atención.
- Asimismo, permítete ocupar espacio gesticulando de manera abierta. Ten en cuenta que, cuando nos sentimos desprotegidos, nos hacemos pequeños para no llamar mucho la atención. En cambio, quienes se sienten confiados se abren, mostrándose accesibles y cómodos.
En este otro vídeo podrás ver todo un compendio de gestos corporales persuasivos que te ayudarán a mostrar una imagen carismática. Échale un vistazo después de este.
Comportamiento
Por último, no tengas prisa. Cuando estamos nerviosos hacemos movimientos repetitivos de manera involuntaria como señal inconsciente de querer escapar. Si, en cambio, te muestras calmado, te tomas tu tiempo y haces pausas al hablar (evitando usar muletillas), mandarás el mensaje de que te encuentras bien y en control.
Cuida lo que proyectas y te verán con buenos ojos.
(4) Habla desde la convicción
De niño, aprendí en clase de religión la siguiente frase:
“La fe mueve montañas”.
Es un concepto poderosísimo que indica que cuando crees de verdad, te llenas de una fuerza capaz de cualquier cosa.
La convicción es prima hermana de la fe. Es una muestra clara de que crees firmemente en lo que dices. Y como las emociones son contagiosas, la persona con un alto nivel de convicción es capaz de contagiar a la otra y conseguir que crea también.
Algunos consejos para hablar desde la convicción:
- Habla de aquello que es importante para ti; de tus valores y creencias.
- Comunica de manera asertiva, siendo franco y claro, sin restarle importancia a lo que tienes que decir. Si estás seguro de algo, no digas “creo que es así”, di “sé que es así”.
- Haz los deberes. Si se trata de una reunión o encuentro profesional, prepárate bien.
- Si no estás de acuerdo con algo, dilo de manera educada, pero dilo. Aunque prepárate para explicar por qué.
- Y finalmente, disfruta, mostrando abiertamente cuando algo te apasiona o entusiasma.
Peor ojito: Cuando no conozcas un tema, mejor no opines, pregunta con la curiosidad sincera de aprender y luego escucha.
Otra cosa y, aunque esto no tiene que ver de forma directa con la comunicación, sí que impacta sobre la seguridad con la cual comunicas: ten metas ambiciosas y trabaja con determinación para alcanzarlas. Producirá admiración en los demás al mostrar que tienes la confianza suficiente para apostar por ti. Además, producirá una especie de círculo virtuoso: a medida que avances y consigas pequeños logros, te sentirás mejor y más capaz.
Por último, deja de pedir disculpas constantemente si no son realmente necesarias. Estar diciendo “lo siento” constantemente cuando, en la mayoría de los casos, no has hecho nada malo, te muestra servil y con esto te auto impones una etiqueta de inferioridad.
Habla desde la convicción y convencerás con mayor facilidad.
(5) No permitas que te interrumpan
Pocas cosas reducen tu estatus en una conversación grupal como que te interrumpan mientras hablas y lo dejes pasar por alto. Aunque no lo haga de mala fe, es como si la otra persona te pisoteara, así que evítalo siempre que puedas.
Te recomiendo tres maneras de contrarrestarlo en función de cuántas veces te interrumpa una misma persona.
- Si lo hace una vez, no dejes la frase a medias. Continúa la frase como si nada pasara y luego decide si le dejas continuar.
- Si lo hace una segunda vez, levanta la mano en señal de que no has acabado y sigue hablando.
- Si lo hace una tercera vez, haz un parón y dile con diplomacia que no lo haga más. Ejemplo: “para que la conversación avance es necesario que nos escuchemos mutuamente”
Evita que te interrumpan y respetarán tu turno al hablar.
Descubre cómo ganarte el respeto de las personas y triunfarás
Para triunfar profesionalmente y tener una vida social plena, es vital que sepas cómo ganarte el respeto de las personas. Sin éste, el valor que aportas a las relaciones será percibido como bajo.
Porque, si no te respetan, las personas no estarán dispuestas a escucharte; al menos, no por las razones adecuadas. Y sin que te presten atención, no hay manera de construir ningún tipo de relación saludable y fructífera.
En cambio, si con tu manera de comportarte muestras que sabes cómo ganarte el respeto de las personas, generarás mayor interés y se te comenzarán a abrir puertas. Y esto ocurrirá como consecuencia de relacionarte con los demás en un contexto en el que ambas partes ganan.
Por esta razón:
- Trátate con respeto para que los demás sean coherentes contigo.
- Sé coherente y trata a los demás con el respeto que buscas tú.
- Optimiza tu presencia para transmitir una gran imagen.
- Habla desde la convicción para convencer a los demás.
- Y evita, siempre que puedas, que las personas te interrumpan cuando hables.
Haz esto y te aseguro que te ganarás el respeto de las personas con las que interactúes.
Y recuerda:
En igualdad de condiciones, quien comunica mejor, gana.
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Imagen de Tiago Felipe Ferreira
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