En el vídeo de hoy te hablaré sobre la convicción, que es la cualidad más carismática de todas y cómo desarrollarla.
Hoy vuelvo con uno de mis temas fetiches: El carisma. Y más concretamente con la cualidad más carismática de todas.
Ésa que te conseguirá el respeto de los demás.
Ésa que te ayudará a conseguir los apoyos adecuados.
Ésa que hará que los demás crean en ti.
Hablo sobre el súper poder de la convicción.
En su libro “Charisma on Command”, Charlie Houpert uno de los integrantes del canal de YouTube también llamado “Charisma on Command” dice que la fórmula del carisma consta de tres elementos:
Carisma = Convicción + Energía + Presentación
- Convicción: Que significa confianza, certeza y seguridad de que eso en lo que crees es así.
- Energía: O más bien, un alto nivel de energía que significa estar estar despierto, vivo y con fuerza.
- Presentación: Que significa muchas cosas, pero yo lo centro en ser capaz de captar la atención de las personas y transmitir tus ideas con claridad.
Es una fórmula distinta a la de Olivia Fox Cabane (en su libro «El mito del carisma») sobre la que te hablo en múltiples vídeos (cuyos enlaces te incluyo a pie de este artículo) que dice que el carisma natural es una mezcla de Presencia, Seguridad y Cercanía.
Pero ambas gravitan alrededor de la convicción.
¿Y qué hace falta para hablar con convicción?
Conocimiento, Creencias y Claridad.
O dicho de otro modo, la convicción al presentar tus ideas viene de tres sitios:
1º: Hablar de temas que conoces
Temas de los que sabes.
Porque sólo cuando conoces algo puedes sentirte con la autoridad moral para hablar con seguridad al respecto.
2º: Hablar de temas en los que crees profundamente
Temas sobre los que tienes una postura clara.
Porque cuando crees fervientemente en algo, transmites energía y entusiasmo, y esto se contagia, promoviendo el que otros crean también.
3º: Hablar de manera clara
Presentar esos temas de manera fluida.
Porque aunque sepas mucho sobre algo, no necesariamente has verbalizado esas ideas antes. Y sólo al prepararlas de antemano, éstas se ordenarán en tu cabeza y podrás presentarlas con claridad.
Malas prácticas que te impiden hablar con convicción, o de manera carismática
Pero existen tres malas prácticas habituales en el mundo profesional que evitan que hables con convicción y, por lo tanto, hacen que no muestres tu carisma natural.
Mala Práctica #1: Hablar sin preparación
Esto es, improvisar, confiando plenamente en el conocimiento y en la experiencia.
El problema de esta mala práctica es que, en el caso de quienes tienen don de palabra, les imposibilita ir al grano y centrarse en lo importante, haciendo que se vayan por la tangente.
En el caso de quienes no tienen don de palabra o mucha menos experiencia, hace que se tropiecen y suenen entrecortados.
La falta de preparación reduce la claridad y la fluidez, porque por mucho conocimiento que tengas sobre algo, si no has verbalizado previamente las ideas de las que quieres hablar, te costará que salgan con naturalidad.
Dedica tiempo a pensar en qué quieres decir y en ensayarlo. Mejorará la claridad de tus ideas.
Mala Práctica #2: Presentar ideas de otros
Esto es, hacer presentaciones en nombre de otras personas alrededor de temas que no dominas.
El problema de esta mala práctica es que, te lleva a hablar desde el desconocimiento o, al menos, desde un conocimiento precario.
Y como hablar en público o presentar en reuniones importantes produce inseguridad por falta de práctica, sumarle a esto hablar sobre temas que no controlas multiplica los nervios y reduce tu efectividad.
Para contrarrestarlo, siempre que puedas haz presentaciones tuyas. Y si te toca presentar en nombre de otra persona, dedica tiempo a hacerla tuya.
Eso es, entender bien el objetivo de la presentación, así como cada una de las ideas que la otra persona quiere transmitir. Y sólo presentar aquéllas ideas que domines o al menos las que hayas entendido realmente bien.
Mala Práctica 3: Hablar sólo de información y de datos
Esto es, presentar sólo información teórica; información que no apela a lo emocional.
El problema de esta mala práctica es que es imposible sentir un dato.
Es imposible tener una creencia profunda alrededor de una cifra.
Es imposible mostrar entusiasmo alrededor de información y punto.
Porque el dato de por sí no mueve a nadie; es el impacto del dato y lo que nos hace sentir éste lo que nos mueve.
Para contrarrestarlo, antes de presentar información, haz el ejercicio de entender el impacto que esta información tiene sobre las personas y, en consecuencia, su importancia.
Luego dilo sintiéndolo.
Ejemplo:
“Este año hemos vendido 1.000.000eur” – MAL
Porque esta información no ofrece contexto ni una conexión emocional.
“Este año hemos vendido 1.000.000eur lo que significa que hemos casi duplicado lo esperado por la dirección. Esto no sólo es un grandísimo logro, sino que demuestra el compromiso y el trabajo duro de todo el equipo y por eso os quiero felicitar de corazón. Mil gracias por haberlo dado todo.” – BIEN
La convicción es el corazón del carisma y nace del conocimiento, de la creencia y de la claridad.
Comunica con convicción, y no sólo multiplicarás tu carisma, sino que te ganarás el respeto y el apoyo de los demás.
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